El famoso inversor Soros enfrenta al buitre Singer por la sentencia Griesa

El magnate norteamericano se presentó ante la justicia para exigirle al Banco de New York que distribuya 226 millones de euros de pagos de bonos.
 
El multimillonario George Soros, junto con Kyle Bass, fundador de Hayman Capital Management, uno de los fondos de inversión más importantes del mundo, inició una demanda contra el Banco New York Mellon (BoNY) por no distribuir 226 millones de euros de pagos de bonos argentinos, informó la agencia Bloomberg.

Se trata de títulos reestructurados, cuyo pago que el juez federal neoyorkino Thomas Griesa impide que se efectivice porque congeló los fondos que depositó la Argentina en la cuenta que el BONY tiene en Buenos Aires hasta no cumpla con la sentencia que ordena pagarle a los fondos buitre 1.600 millones de dólares, siendo el fondo Elliot, del multimillonario Paul Singer, el principal litigante.

«No pudieron transferir los fondos en euros de acuerdo con sus obligaciones fiduciarias «, sostuvo Bass al explicar los motivos de la demanda iniciada la semana pasada.

«Nuestro pago de intereses se rige por la ley británica, que no se ha pronunciado sobre esto. Hasta que haya una orden parecida en el Reino Unido nos deben nuestros pagos«, insistió Bass a Bloomberg y trazó la línea de los cuestionamientos judiciales y públicos que comenzaron a hacer distintos fondos de inversión por el bloqueo a los pagos ordenado por el juez Thomas Griesa.

Esa orden, que aplicó sobre el BoNY y otras entidades, trabó la cadena de pagos que se inició con el depósito, en tiempo y forma, de los fondos para cancelar los pagos de la deuda reestructurada correspondientes al vencimiento de los bonos Discount.

El financista texano Bass es fundador y director de Hayman Capital Management. Visitó Argentina hace unos meses para sondear el curso de la nacionalizada YPF y avanzar en algunas inversiones en el país. Un recorrido similar tiene Soros, quien en las últimas semanas se convirtió en el cuarto mayor tenedor de acciones de YPF: compró más de 8 millones de acciones de la petrolera con una inversión de unos 450 millones de dólares.

Otro de los críticos al acatamiento de la orden de Griesa, quien siguiendo el planteo de los fondos buitre le ordenó al BoNY no circular los pagos, fue el  titular del Fondo de Inversión Fintech Advisory, David Martínez Guzmán.

«Al romper los contratos el juez universalizó el litigio. No tiene derecho a hacer eso, con bonistas que hicieron acuerdos en Londres, en Bruselas o en Tokio y que no tienen nada que ver con los litigantes«, sostuvo Martínez Guzmán en una entrevista publicada por Página 12.

«En ese caso, nosotros y el Estado vamos a litigar contra Euroclear en Bélgica, por los daños que nos provoque», dijo Martínez Guzmán al anunciar el curso de la estrategia de cobro seguirá Finteh y que está en línea con lo que hicieron el pasado 21 de agosto los financista Bass y Soros.

 

La presentación tiene lugar después de que Argentina depositará fondos para el pago a tenedores de deuda que quedaron bloqueados en la cuenta de la entidad a causa de un fallo dispuesto por el juez Thomas Griesa, en el marco del litigio con fondos buitre.

La situación del BoNY se complica ya que un fondo de Brasil igual accionó legalmente contra la entidad.

Se trata de la administradora de pensión de los empleados del correo de Brasil, quecongelaron una cuenta que tienen en el BoNY por 87 millones de dólares, a través de una presentación judicial en la que reclaman una compensación por las pérdidas sufridas en sus tenencias a causa del manejo llevado adelante en un fondo administrado por la filial de la entidad bancaria neoyorquina.

El 5 de agosto último, la cuenta, llamada Brasil Sovereign II, cayó en su valor del 51%, según un informe a las entidades regulatorias citadas por el diario Folha de Sao Paulo.

La adminsitradora de pensión -llamada Postalis- sostuvo que el banco le endosó al fondo unos bonos llamados «credit-linked securities», que son un tipo de título con un derivado incluido que permite mayores ganancias respecto de los bonos convencionales, pero que genera mayores pérdidas en el caso de un default. A ello se le suma un cambio en los métodos de valuación de las inversiones que permitió que figuraran pérdidas aún mayores.

De esta forma, el fondo reportó un cambio en sus activos de 197,9 millones de reales a 185,5 millones.