Receso Estival: Bolsillos Ajustados del Empleado Público
El Gobierno provincial oficializó el Receso Estival Obligatorio 2025–2026, del 15 de diciembre al 2 de febrero, fundamentado en la emergencia energética y económica.
Aunque la medida busca optimizar recursos del Estado, contrasta con la realidad del empleado público, cuyo poder adquisitivo reducido limita las opciones de vacaciones y viajes fuera de la provincia.
El Poder Ejecutivo provincial estableció, mediante decreto, el Período de Receso Estival 2025–2026 para todo el personal de la Administración Pública Central, rigiendo del 15 de diciembre de 2025 al 2 de febrero de 2026. La disposición, que suspende plazos administrativos y limita la atención al público, se justifica en la Emergencia Social, Alimentaria, Sanitaria, Económica y Energética que atraviesa La Rioja.
Justificación del Gobierno: Optimización de recursos
La medida se fundamenta en la necesidad de asegurar el uso eficiente de los recursos energéticos, buscando una reducción significativa en el consumo durante un periodo de alta demanda estacional.
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Guardias Mínimas: Las reparticiones deberán operar con una guardia mínima no superior al 30% del personal, prestando servicio solo en horario matutino (08:30 a 12:00).
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Suspensión de Plazos: Quedan suspendidos los plazos y términos administrativos, con excepción de trámites urgentes y servicios esenciales (Salud, Educación y Seguridad).
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Compensación: El personal que cumpla funciones de guardia tendrá su compensación de receso entre el 2 de febrero y el 23 de marzo de 2026, absorbiendo allí la licencia anual reglamentaria.
El Contraste: La Rioja como destino obligado por el ajuste salarial
Si bien el decreto oficializa un período de descanso colectivo y obligatorio para el sector público, esta situación se da en un contexto de fuerte ajuste del poder adquisitivo del salario del empleado público provincial y nacional.
La galopante inflación y el desfasaje salarial han provocado que los gastos de consumo básico absorban gran parte de los ingresos. Esto, en la práctica, limita drásticamente la capacidad de ahorro y decisión de los trabajadores para costear viajes o vacaciones fuera de la provincia.
De esta manera, la justificación estatal de la «emergencia energética» para forzar un receso coincide con la «emergencia económica personal» del trabajador. El receso, diseñado para optimizar los recursos del Estado, se convierte para la mayoría de los agentes públicos en un descanso forzado donde La Rioja es, por motivos económicos, el único destino vacacional posible, contrastando con el esfuerzo diario de estos empleados.
Redacción: www.Matizando.com.ar
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