Tragedia en la Ruta 151: cuatro muertes y una deuda estructural en materia de seguridad vial

Cuatro personas —dos mujeres y dos menores de edad— perdieron la vida este sábado al mediodía en un siniestro vial ocurrido en la Ruta Nacional 151, a la altura del kilómetro 89, cerca de la localidad de Catriel, provincia de Río Negro. El hecho se produjo en medio de una fuerte tormenta de nieve y pone nuevamente en evidencia las graves falencias estructurales en la seguridad de las rutas nacionales, particularmente en regiones afectadas por condiciones meteorológicas extremas.

 Los hechos
Según información oficial, el accidente involucró a un automóvil Volkswagen Gol en el que viajaban las cuatro víctimas fatales y un camión Mercedes Benz con semirremolque. El camión circulaba en sentido sur-norte y no sufrió daños mayores ni lesiones en su conductor.

La primera reconstrucción indica que el vehículo de menor porte habría perdido el control tras “morder la banquina”, lo que provocó un derrape lateral que culminó en un impacto frontal contra el camión. El automóvil quedó totalmente destruido y las víctimas atrapadas en su interior.

El tránsito en la zona fue interrumpido durante varias horas mientras se desarrollaban tareas de rescate, remoción de vehículos y peritajes judiciales. Al cierre de esta edición, continuaba el proceso de identificación de los fallecidos.

 Ruta clave, infraestructura deficiente
La Ruta Nacional 151 es un corredor estratégico del norte patagónico que conecta provincias como Río Negro, Neuquén y La Pampa con el centro del país. A pesar de su importancia logística y productiva, presenta graves deficiencias en infraestructura vial, especialmente en tramos expuestos a fenómenos meteorológicos como nieve, niebla, escarcha o fuertes vientos.

Los reclamos por señalización inadecuada, falta de mantenimiento, ausencia de protocolos de emergencia y deficiencias en sistemas de alerta temprana son reiterados por organizaciones civiles, transportistas y vecinos de la zona.

 El costo económico y social de la desinversión
El impacto de estos hechos va mucho más allá del dolor humano. Cada siniestro vial de esta magnitud representa un costo económico directo e indirecto para el Estado: movilización de fuerzas de seguridad, sistemas de salud, justicia, y daños materiales. A esto se suma el costo emocional y estructural para las familias y comunidades afectadas.

Desde una mirada macroeconómica, la falta de inversión en rutas seguras y tecnología preventiva termina resultando más costosa que cualquier obra de infraestructura planificada y sostenida.

 Seguridad vial: una política pública aún pendiente
La existencia de rutas que no cuentan con sistemas inteligentes de gestión del riesgo climático es una deuda del Estado nacional. En muchos países, ante condiciones climáticas adversas se activan sistemas de cierre preventivo, control satelital, señalización digital, y asistencia en ruta. En Argentina, esto aún no es política pública sistemática.

La tragedia ocurrida en la Ruta 151 demuestra, una vez más, la necesidad urgente de una planificación vial federal, con inversiones reales, diagnósticos actualizados y prevención integrada entre provincias y Nación.

 Reflexión final: del luto a la acción
La muerte de cuatro personas en una ruta nacional no puede ser un hecho aislado ni una estadística más. En cada siniestro evitable hay una responsabilidad colectiva, pero sobre todo una responsabilidad del Estado, que debe garantizar condiciones mínimas de seguridad vial, independientemente del clima, la geografía o el presupuesto disponible.

Prevenir no es un lujo: es una obligación.

Redacción: www.Matizando.com.ar
📧 Correo: PrensaLaRioja@ayhoo.com.ar
🌐 Portales Asociados: www.AldoPortugal.com.ar – www.LaRiojaChayera.com.ar