Cónclave del 7 de mayo: las claves de la elección y el legado del papa Francisco

Tras la muerte del papa Francisco, el Vaticano se prepara para uno de los momentos más relevantes de la Iglesia Católica: la elección de su sucesor. El cónclave comenzará el próximo 7 de mayo en la Capilla Sixtina, según confirmó el portavoz vaticano, Matteo Bruni, después de que los cardenales reunidos en la quinta congregación general acordaran la fecha. Durante la reunión, que duró cerca de dos horas, prestaron juramento los purpurados que aún no lo habían hecho.

Más de 180 cardenales participaron del encuentro, aunque solo 133 de ellos tienen derecho a voto, al ser menores de 80 años. A pocos días de la apertura del cónclave, las miradas están puestas en cómo se desarrollará el proceso y en los perfiles que podrían marcar el rumbo de la Iglesia en los próximos años. Factores como quién nombró a los cardenales, sus edades, procedencias y las distintas corrientes internas serán determinantes para entender lo que puede suceder.

La gran mayoría de los cardenales electores, ocho de cada diez, fueron nombrados por Francisco. De los 133 cardenales que votarán, 108 fueron designados por él, 21 por Benedicto XVI y apenas 4 por Juan Pablo II. Esto marca una fuerte impronta del pontífice saliente en la elección de su sucesor.

A diferencia del cónclave de 2013, donde participaron 115 electores, esta vez serán 133. Esto implica que para ser elegido papa, un candidato necesitará al menos 87 votos (dos tercios del total), diez más de los que se requerían hace doce años.

El grupo de electores está compuesto en su mayoría por cardenales de edad avanzada:

  • Solo 15 tienen menos de 60 años.
  • 45 se ubican entre los 60 y 70 años.
  • 73 tienen entre 71 y 80 años.

El cardenal más joven es el ucraniano Mykola Bychok, de 45 años, mientras que el más veterano es el español Carlos Osoro Sierra, de 79 años.

Europa será el continente con mayor presencia (49 electores), seguido por América (37), Asia (24), África (19) y Oceanía (4). Esta distribución podría influir en la elección, aunque no necesariamente determinarla.

Las principales corrientes dentro del cónclave

Dentro del colegio cardenalicio hay varios bloques y tendencias que intentarán imponer su candidato ideal:

Diplomáticos

Apuntan a Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, visto como un candidato capaz y moderado, apto para gestionar situaciones delicadas.

Estadounidenses

Aunque son 14, los cardenales de EE.UU. están divididos. Algunos apoyan a Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, mientras otros prefieren a Robert Francis Prevost, cercano a Francisco y responsable de los obispos a nivel mundial.

Moderados

Buscan continuidad con el legado sinodal de Francisco. Algunos nombres que suenan en este grupo son Mario Grech, Jean-Claude Hollerich y Cristóbal López Romero, este último con fuerte énfasis en el diálogo interreligioso.

Conservadores

Más críticos del pontificado de Francisco, los conservadores apuntan a figuras como Wilhelm Eijk o Peter Erdo. También están Robert Sarah y Leo Burke, aunque sus posiciones extremas los alejan de ser elegibles.

Aliados de Francisco

Entre los más cercanos al papa fallecido figuran Luis Antonio Tagle, conocido como el «Francisco filipino», y Matteo Zuppi, reconocido por su experiencia en mediación de conflictos y atención a los sectores vulnerables.

Italianos

Italia tendrá 55 electores, pero su fragmentación interna dificulta una candidatura unificada. Sin embargo, hay una fuerte presión mediática para que el próximo papa vuelva a ser italiano. Zuppi, Parolin y Pierbattista Pizzaballa son las principales apuestas.