Se viene «Soñando por pelear»

 «Soñando por cantar», y que debutará en la pantalla de El Trece el 31 de agosto. Todos los detalles del envío que promete mucha acción y golpes.

A partir del sábado 31 de agosto, El Trece pondrá al aire el programa que reemplazará, nada más ni nada menos, a “Soñando por can­tar”, la última producción de Ideas del Sur en esa emisora.

Lo que más llama la atención es que el nuevo ciclo se ubica en “las antípodas” de su antecesor, de corte familiar. Se trata de la adaptación local de “Ultimate Fighting Championship”, versión televisiva de la mayor empresa de artes marciales mixtas en el mundo, que produce eventos por todo el mundo y en nuestro país se emite por la cadena Fox.

La polémica se adivina desde ya: este tipo de competencia se caracteri­za por su alto nivel de violencia. Esta suerte de “vale todo” incluye boxeo, jiu-jitsu brasileño, sambo, lucha li­bre, muay thai, karate, jiu- jitsu, y otros estilos. El espacio de lucha estará separado del público mediante un sistema de alambrado, con un árbitro y con un jurado que nunca podrá llegar a definir el combate, ya que se pelea hasta que uno de los conten­dientes se quede práctica­mente sin chances de retor­no al “campo de batalla”.

TOP SECRET

Si bien hasta ahora las autoridades de la emisora tratan de mantener en absoluta reserva los detalles del nue­vo ciclo, “Crónica” pudo averiguar que ya se grabó un piloto el sábado pasado, en el club El Cruce, de Isidro Casanova, en La Matanza. El mentor de todo es el gerente de contenidos de Artear, Eduardo “Coco” Fernández, y el “envío 0” fue dirigido por Raúl Rosales, un legendario realizador del canal de Constitución.

Las pri­meras peleas se dirimirán entre Icho Larena (canadiense) y Cristian Torres (paraguayo); Esteban Bonavedi (argentino) y Anderson Domínguez (brasileño); y Ezequiel “El Chino” Rizzi, contra Mariano Hinojal, ambos locales.

De esta forma, el público habituado a la candidez del programa de cantores aficio­nados se encontrará a fin de mes con algo totalmente di­ferente. Tal es el nivel de agresividad al que se puede llegar en la UFC, que algu­nas escenas del piloto impac­taron tanto a la propia pro­ducción del ciclo que se intentará evitar en pantalla algunas imágenes de virtuales “baldazos” de sangre.