El teléfono en la era de la comunicación y el “¿Hola?” como saludo intrínseco

Martin Kohan visitó por segunda vez La Rioja, en esta ocasión para presentarse en la 21° edición de la Feria del Libro La Rioja – “Democracia Siempre”- Con su libro “¿Hola? Réquiem para el teléfono”, en el Salón Coty del Paseo Cultural, abordó el saludo en la comunicación mediante un teléfono y sus funciones, donde “el teléfono como tal parece estar en vía de extinción”, aseguró el escritor.

Kohan comenzó a publicar libros de ensayo, cuentos y novelas en el año 1993. En particular, en el libro “¿Hola? Réquiem para el teléfono” reflexiona sobre el teléfono; es hoy (o parece ser) un objeto caído en desuso. Si en algún momento era el principal medio por el cual una persona podía comunicarse con otra, y esa era su única función, hoy ha mutado (de “teléfono de línea” a “celular”), y ha dejado de cumplir esa única función para ser un dispositivo que sirve para muchas otras cosas.

Sobre ello, el autor explica que “tiene como una doble marca, como advertir el ‘hola’ que usamos cuando atendemos el teléfono y que no tiene que ver con el saludo. Cuando hay una falla o ruido en la comunicación, uno repite ese ‘hola’ y eso no es solamente un saludo, sino la comprobación de una especie de milagro que era el teléfono cuando apareció” y aseveró que “aunque llevamos con nosotros un aparato que es un celular, el teléfono como tal parece estar en vía de extinción, por eso la idea de Réquiem”.

Libros, jóvenes y lecturas
Por otro lado, explicitó que “es mi segunda participación en la Feria del Libro en La Rioja y estoy muy contento de volver. Presento mi libro que salió el año pasado y que tiene mucho interés por parte de los lectores. Existe un proceso de ir elaborando un libro, ir escribiéndolo, y por más que uno consulte se hace a solas. La escena de la escritura es una que transcurre sin el lector, cuando el escritor está escribiendo, el lector no está ahí”.

Asimismo, habló sobre la Feria del Libro, dijo que “es un espacio decisivo para el contacto con los lectores y poner en circulación lecturas. A veces se pone en foco el desfile de escritores, pero su presencia no tendría sentido si no fuese por esa complementación del encuentro de los lectores”.

Por último, se refirió a los espacios de infancias y el fomentar la lectura: “A los niños y jóvenes hay que dejar de sermonearlos con la lectura, dejar de impartir lecciones sobre ella, porque no es cierto que las falencias que puede haber sea algo que se da en las infancias o juventudes, no es un problema de ellos. Buena parte de lo que se denomina mercado editorial se mueve con la literatura infantil y juvenil, es un perjuicio de adultos suponer que los problemas de lectura en la sociedad hay que focalizarlos solo en los jóvenes”.