Impacto de la Sequia en Córdoba

 A lo largo del año, el lago San Roque deja postales en las que puede adivinarse qué estación se atraviesa.

Y entre agosto y octubre, al menos en los últimos 10 años, las imágenes muestran los efectos de una extensa sequía que parece ser cada vez más severa.

La semana pasada, el municipio de Villa Carlos Paz y varias localidades del sur de Punilla decidieron declarar la alerta naranja en el servicio de agua potable.

Es que, a medida que se acercan los días de calor, el consumo domiciliario se incrementa y el recurso, de por sí escaso, comienza a faltar. Además, la época de sequía se extiende más de lo previsto en este 2022

Carlos Paz y las localidades que la rodean extraen el recurso del río San Antonio. La planta potabilizadora está ubicada en Cuesta Blanca y desde allí parten dos acueductos que distribuyen el agua a las localidades del sur de Punilla y a Carlos Paz.

Eso provoca que mientras crece el consumo, el río comience a bajar su nivel y, por ende, el aporte al lago San Roque. Lo mismo sucede desde el lado del río Cosquín, otro de los afluentes del San Roque.

Por eso, un registro de imágenes aéreas de la desembocadura de ambos afluentes en el lago permite tomar una verdadera dimensión de la crisis hídrica que atraviesa el San Roque.

QUÉ IMPLICA LA EMERGENCIA HÍDRICA
Desde la semana pasada, en Carlos Paz se dispuso declarar la alerta naranja para el servicio de agua potable de la ciudad.

Desde hace un año, el municipio está a cargo del servicio luego de una larga pelea judicial con la Cooperativa Integral.

Con esta medida ya en vigencia, se prohíbe el riego, el llenado de piletas de natación y el derroche del recurso

El próximo paso es la declaración de la alerta roja que implica el cobro de multas a los infractores

SEQUÍA Y SEDIMENTOS
Este sábado, el nivel del lago se ubicó en 31,20 metros, 4,10 metros por debajo del nivel del vertedero.

El momento más crítico que se vivió en el embalse en los últimos años se remonta a 2010, cuando llegó a medir 29,6 metros.

El tema más complicado que afronta el embalse es que año tras año pierde capacidad de almacenamiento: algo que debería preocuparle más a la ciudad de Córdoba ya que es su principal fuente de agua.

Marcelo García, docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC e investigador del Conicet, afirmó que se está dando una situación similar a la de los últimos años en cuanto a los niveles del embalse.

Y apuntó que según los modelos de proyección climática, la situación seguirá igual en octubre y recién en noviembre comenzaría a recuperarse el aporte de agua al lago. Y eso es algo que pasa habitualmente en todos los embalses de Córdoba.

Recién para febrero o marzo el lago estaría llegando al nivel del vertedero

“El lago perdió un 14 por ciento de capacidad de almacenamiento desde su construcción”, expresó y agregó: “La mayor parte de los sedimentos son aportados por el río San Antonio y por esa razón se acumulan en la zona entre el Parque Estancia La Quinta y la Bahía del Gitano”.

“El municipio tiene la autorización de la Administración Provincial de Recursos Hídricos (Aprhi) para retirar sedimentos del centro de la ciudad”, dijo el científico que apuntó que si no se retiran, durante las primeras crecidas de la temporada de lluvias estos sedimentos se introducen al lago.

“Como una recomendación, desde la gestión se deberían extraer los sedimentos en setiembre, octubre y noviembre, para que no entre al embalse esa gran cantidad de sedimentos”, indicó.

Por otro lado, habló del impacto de sedimentos que ya están en el embalse y planteó que no es una tarea fácil.

Y explicó: “El lago tiene 200 hectómetros cúbicos de agua. Si queremos mejorar el uno por ciento la capacidad del embalse, se debería extraer un hectómetro cúbico de sedimentos. Y esto equivaldría al movimiento de 400 mil camiones para mejorar el uno por ciento de la capacidad del embalse”.

LO QUE SE ESPERA DEL CLIMA
Marcelo Madelón, del Servicio Meteorológico Nacional, le dijo a La Voz que el San Roque no está más bajo de lo que se observa en estos días porque el mes de enero de 2022 fue muy lluvioso.

“Eso alcanzó como para que rebalsara y estuviera lleno buena parte de 2022 porque en el resto del año hemos tenido menos lluvias de lo normal”, dijo el especialista

Y apuntó que lo normal es que en setiembre caiga un promedio de 35 milímetros en Córdoba pero esto no sucedió hasta ahora.

Madelón afirmó que los meteorólogos no dan pronósticos a largo plazo si no que marcan algunas tendencias.

“La tendencia actual que se relaciona con la corriente del Niño en su fase fría que le llamamos la Niña todavía persiste el resto del año y cuando eso ocurre las lluvias son inferiores a lo normal”, remarcó y apuntó: “Esperamos que el resto de la primavera tengamos las primeras tormentas pero la suma sería inferior a lo normal”.

De todos modos, el meteorólogo aseveró que estamos atravesando la época más seca del año. “El hecho de que ahora esté faltando lluvia no es de extrañarse. Sí sería preocupante que esta sequía se prolongue al resto de septiembre y al mes de octubre, mes en el que ya caen lluvias importantes”, puntualizó

Fuente La VOZ