Neuquén ya elige quién tiene más chances de vivir y quién de morir

«Las vacantes en UTI hoy son por muertes, no por el alta, y no tenés cómo explicarle a la familia que su caso no fue seleccionado para un respirador», lamentó el director del Hospital de Plottier.
Una difícil situación sanitaria se vive en Neuquén en donde el Centro Coordinador de Camas de Terapia Intensiva tiene la triste tarea de decidir quién accede a una atención de alta complejidad y quién no.

Según precisaron, en los hospitales las guardias ya se convirtieron en el primer frente de internación de los enfermos de coronavirus, incluso conectan pacientes al respirador aunque no cuenten con intensivistas. A partir de allí, comienza un camino tortuoso en el que el principal objetivo es tratar de no llegar a la UTI, primero se los asisten con métodos menos invasivos como la bigotera, la máscara de reservorio o la CAFO (Cánula de Alto Flujo de Oxígeno), si cumpliendo todos estos pasos la persona no se recupera, cada institución deriva su decisión al Centro Coordinador de Camas.

Víctor Noli, director del Hospital Heller, explicó que la distribución de los pacientes graves en las terapias está centralizada en el Centro Coordinador de Camas “que maneja un score en función de la edad, los antecedentes y la comorbilidades, lo que hace que algunos tengan mayor posibilidad de acceso que otros”.

“En el hospital, tenemos respiradores, cánulas de alto flujo o CAFO, sistemas concentradores de oxígeno con máscaras con reservorio o el casco Helmet y la bigotera. Vamos utilizando cada uno según una escala creciente de complejidad”, manifestó el médico al diario local LM Neuquén.

Aclaró que esos primeros métodos tienen un límite y, “si no se logra poner al paciente en una situación cómoda, tanto en lo subjetivo como por mediciones de parámetros sanguíneos o de oxigenación, se piensa en una cámara de alto flujo o el casco Helmet y así hasta llegar a un paciente que requiere respirador”.

“Cuando tenemos un respirador disponible, lo conectamos y, cuando no lo tenemos disponible, es el momento en el que tenemos que pedir al Centro Coordinador de Camas que se consiga un lugar en una terapia intensiva”, precisó.

Hasta el lunes, en el Hospital Heller tenían cuatro pacientes con asistencia respiratoria mecánica (ARM) o respirador en el sector de internación, que funciona de manera provisoria como una UTI sin serlo, porque está a cargo de médicos clínicos. En la guardia, había otros 14 enfermos con coronavirus con distintos métodos de oxigenación.

Esta situación se conoció hace unos días a través del dramático testimonio de la doctora de dicha institución, Luciana Ortiz Luna, quien contó que tuvieron que un matrimonio de chicos jóvenes con insuficiencia respiratoria debieron compartir respirador, y remarcó: «mientras los muertos no sean tus muertos, no vas a entender qué está pasando»

En tanto, en Plottier la guardia se dividió en dos, un sector para pacientes «habituales» y otro para los “respiratorios”. El primer diagnóstico se realiza en un tráiler fuera de la institución de salud, y a los que llegan con falta de oxígeno se los clasifica en verde, amarillo y rojo, según el cuadro. Los primeros se derivan al área de consultorios para volver a medirlos, y el resto pasa por una consulta médica y se define cómo los pueden ayudar.

Francisco Facci, director del Hospital Plottier, describió este momento como «espantoso», porque hay que decidir quién vive y quién no, y alertó que: «las vacantes en UTI hoy son por muertes, no por el alta, y no tenés cómo explicarle a la familia que su caso no fue seleccionado para un respirador, se está desmadrando”.

La situación del Hospital Bouquet Roldán es similar, y la directora Fabiola Rodríguez subrayó que: “en este momento, muchos de los hospitales de la zona Metropolitana estamos con pacientes que llevan dos días en guardia, tratando de hacerlos entrar a internación”.