La Rioja enfrentó uno de los peores días

Con más de 200 casos positivos, la provincia enfrentó una de las jornadas más preocupante desde que comenzó la pandemia.

La segunda ola se hace notar y pone a profesionales de la salud y responsables de la gestión de los recursos y políticas de gobierno en una posición muy incomoda; reconocer que la incertidumbre los aborda.

Toda declaración hecha con el propósito de prevenir y especulando con la construcción de un futuro muchos más favorable, ha fracasado. El comportamiento ciudadano no ha sido la excepción respecto a lo que sucedió en otros lugares del País.

El martes 18 de mayo, ante 846 muestras procesadas, 234 muestras dieron positivo para covid. Con estos datos el gobierno de La Rioja se acerca al fin de las medidas o restricciones que rigen hasta el viernes 21 de mayo. 

El sistema de salud está trabajando al limite de la capacidad, tanto humana como edilicia, los casos impactan con fuerza en el interior de la provincia haciendo necesario, en algunos casos, trasladar pacientes -contexto pandemia- a la capital riojana para ser atendidos.

Este martes, los departamentos que componen el denominado corredor Valle del Bermejo, implementó de manera conjunta nuevas restricciones y suspensión de clases presenciales;  lo mismo sucedió en el departamento Juan Facundo Quiroga.

El viernes 21 de mayo, el Gobierno deberá continuar con las actuales medidas, que a la vista no han sido suficientes, teniendo en cuenta el aumento de casos positivos y/o recrudecer las medidas, imitando a otras provincias como Mendoza, que a las restricciones le sumo, la circulación por terminación de DNI con las excepciones para trabajadores esenciales. 

La discusión por como y a quien afecta las restricciones, se da en constante tensión, comerciantes que ven con preocupación la estabilidad de su rubro, gimnasios que consideran que su actividad no es de riesgo, gastronómicos que endilgan perdidas de hasta el 70 % de sus ganancias por las medidas, padres que exigen presencialidad en el dictado de clase y trabajadores no formales son parte del paquete de situaciones, a la cual el gobierno debe prestar oído y ver la manera menos violenta de generar una plan que logre frenar la cantidad de contagios y así evitar el colapso del sistema de salud; algo que muchos creen que será prácticamente inevitable sino cambia la actitud de la ciudadanía en su conjunto.

Una alta fuente del gobierno provincial, confió a www.Matizando.com.ar que de ser necesario y con mucho en juego, la vuelta a fase 1 escalonada, es un tema que está siempre sobre la mesa y ante esta situación muchos profesionales de la salud ya nos están alertado, que de no frenar esto, la situación será muy critica.