«Veo a la Iglesia que está viva»

En su despedida del pontificado, el Papa Benedicto XVI dijo sentirse «conmovido»  ante una multitudinaria presencia de fieles en la última audiencia.

Benedicto XVI aseguró hoy, en su última audiencia en el Vaticno, que “jamás” se ha sentido solo para guiar a la Iglesia.

“Un papa no está sólo en la guía de la barca de Pedro, aunque es el primer responsable y yo no me he sentido solo a la hora de llevar la alegría y el peso del ministerio petrino”, dijo el pontífice en la audiencia que celebra en la plaza de San Pedro, el último acto público en el Vaticano antes de dejar de ser papa mañana.

Desde el papamóvil, el sumo pontífice saludó a los miles de fieles que no cesan de corear «Benedicto», «Benedicto» y «viva el Papa», mientras ondean banderas de numerosos países.

Además pidió hoy, hablando en español, que recen por él y por los cardenales, “llamados -dijo- a la delicada tarea de elegir a un nuevo Sucesor en la Cátedra del apóstol Pedro”.

El pontífice, en su última audiencia pública, también agradeció, siempre hablando en español, el “respeto y la comprensión” con la que ha sido acogida su decisión de renunciar al papado y reiteró que la ha tomado “con plena libertad”.

El texto completo pronunciado en español por Benedicto XVI en su última audiencia pública como pontífice:

«Queridos hermanos y hermanas:
Muchas gracias por haber venido a esta última audiencia general de mi pontificado.

Asimismo, doy gracias a Dios por sus dones, y también a tantas personas que, con generosidad y amor a la Iglesia, me han ayudado en estos años con espíritu de fe y humildad.

Agradezco a todos el respeto y la comprensión con la que han acogido esta decisión importante, que he tomado con plena libertad.

Desde que asumí el ministerio petrino en el nombre del Señor he servido a su Iglesia con la certeza de que es Ãël quien me ha guiado. Sé también que la barca de la Iglesia es suya, y que Ãël la conduce por medio de hombres.

Mi corazón está colmado de gratitud porque nunca ha faltado a la Iglesia su luz. En este Año de la fe invito a todos a renovar la firme confianza en Dios, con la seguridad de que Ãël nos sostiene y nos ama, y así todos sientan la alegría de ser cristianos.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España y de los países latinoamericanos, que hoy han querido acompañarme.

Os suplico que os acordéis de mí en vuestra oración y que sigáis pidiendo por los Señores Cardenales, llamados a la delicada tarea de elegir a un nuevo Sucesor en la Cátedra del apóstol Pedro.

Imploremos todos la amorosa protección de la Santísima Virgen María, Madre de la Iglesia.

Muchas gracias. Que Dios os bendiga».

EFE