Carta a la Educación de La Rioja

LA repercusión de una carta dirigida al Ministerio de Educación de La Rioja y su repercusión.

Primera Carta

La Rioja, 17 DE ABRIL DE 2020
Estimado Ministro de Educación:
Mi nombre es Débora Nacuzi, soy Psicopedagoga, docente universitaria y también mamá.
La intención de esta carta, es hacerle llegar algunas de las tantas de inquietudes que a diario me llegan a través de mensajes y llamadas como profesional, pero también otras que les trasmito como mamá.
A modo de encabezar este diálogo escrito con usted, me gustaría hacerle algunas preguntas, que por cierto surgieron luego de varios días de reflexión, releyendo durante horas todo aporte teórico que pudiera ayudarme, no solo a “procesar” todo lo que está pasando con «la escuela hoy» sino también a sugerir algunas propuestas en este contexto TAN particular como el que estamos viviendo con el covid 19.
• ¿Es posible sostener la ESCOLARIDAD cambiando solo el instrumento?
• ¿Es posible construir conocimiento por fuera del Vínculo Educativo y de la escena grupal?
• ¿Cómo se trabajan las demás funciones de la escuela hoy?
Señor ministro, al igual que en todos los ámbitos y sistemas hemos intentando dar repuestas URGENTES y NO nos detuvimos a pensar, a preguntarnos, a planificar para la escuela de HOY! NO HUBO PAUSA!
Esta situación puso en evidencia miles de falencias del sistema educativo, un sistema complejo pero sobre todas las cosas, un de los sistemas más resistentes al cambio! Se trasladan las mismas tareas planificadas para una escuela, un contexto y un orden instituido –exogámico y ahora ausente-, a una modalidad virtual, que invadió a los hogares, que por cierto poseen un orden distinto, un orden endogámico y particular.
Se improvisó, se siguió para “no perder tiempo”, y allí estamos docentes, estudiantes, familias siendo AUTOMATAS de una conducta que, a través de la virtualidad se solicita como imprescindible para poder “dar cuenta”…. ¿de qué?: ¿ Construcción de conocimientos?, ¿aprendizaje significativo?, ¿enseñantes destacados?…. lamentablemente la repuesta es NO.
Solo y en algunos casos esta modalidad llega a los hogares, en donde se reproducen tareas, pues no puede una mamá o un papá (muchos de ellos hoy pertenecientes a los servicios esenciales, ausentes en sus hogares), que no tienen las herramientas materiales, ni pedagógicas (didáctizar los contenidos curriculares), efectivizar la propuesta diseñada por la escuela como si el contexto no hubiese cambiado; no podemos sostener la creencia de que “las lógicas” imperantes construidas para la escolaridad hace ya bastante tiempo, sean las que van a dar respuesta a esta situación que estamos viviendo HOY! En este contexto!.
El vínculo que existe entre padre/madre e hijo no es el de enseñante y aprendiente, Muchos de esos padres son aprendientes a la par de sus hijos hoy! No hay posibilidad en esos casos de que surja un aprendizaje significativo… tampoco una enseñanza de calidad.
Hemos retrocedido muchos años en este sentido, de repente nos hemos encontrado nuevamente con la “homogeneización del alumnado”(S.XIX), las plataformas homogeneizantes envían para TODOS los estudiantes lo mismo…¿desconociendo o no importando el contexto particular?, los diseños curriculares han vuelto a ser cerrados?… cuando solo se solicitan de forma imperativa, entregas de producciones y más producciones en un tiempo determinado y con un límite de tiempo, la escuela ¿sigue cumpliendo su función o solo se convierte en funcional?, ¿cómo sostenemos el modelo educativo de la diversidad, que tantos años costó –y sigue costando- incorporar al sistema educativo?…
Todo ello y más provocan tensiones (entre docentes y directivos, entre docentes y familia, entre los mismos integrantes de la familia), que además se agregan a otras Tensiones inherentes a esta situación de la pandemia.
Y de repente nos damos cuenta que allí está el estudiante, que por cierto tiene un ritmo diferente de aprendizaje, particularidades en sus estilos para apropiarse del conocimiento y ni hablar de aquellos que tienen alguna dificultad o que transitan con un proyecto de inclusión educativo desde antes de la pandemia. El sistema educativo también presenta aquí serias dificultades.
Pensemos no solo en la heterogeneidad de los niños, niñas y adolescentes que deben transitar por este tipo de “escolaridad” en casa, pensemos en la esfera emocional de esos sujetos. Viven en constante incertidumbre-al igual que todos nosotros- de no saber hasta cuándo durará este encierro, se les robó el mundo “fuera” de nosotros, también se les robó nuestra “ausencia”, algo tan imprescindible para desarrollar su propia autonomía; se les robó hasta las ganas de no ir a la escuela, porque de repente la tienen en casa… y podría seguir hablando más en este apartado, pero solo me gustaría terminar pidiendo que: no hagamos que este sufrimiento emocional que acarrean los estudiantes hoy –al igual a todos quienes nos sentimos sobre exigidos- se convierta en la pandemia del futuro.

Necesitamos repensar los modos, las formas, los tiempos. No existe ya el calendario escolar, no están los recreos ni las horas de matemáticas o inglés, o de… No existe el periodo de adaptación a la escuela, ahora TODOS debemos adaptarnos a esta realidad.
Ya todos a esta altura nos dimos cuenta que es imposible que evitemos “perder algo en el camino”, dejemos la cantidad de lado y prioricemos la calidad en esos contenidos escolares, dejemos el “furor” de las copias y ayudemos a nuestro hijos a pensar!. Muchos de ellos estuvieron semanas enteras con los mismos temas!
Otorguemos un espacio en la familia para afianzar los vínculos, no hagamos que este distanciamiento físico, preventivo y obligatorio se convierta en un aislamiento afectivo.

Propongo a directivos, equipos de orientación y apoyo de cada institución educativa, realizar un FODA, que los oriente a pensar en las estrategias venideras en esta NUEVA escolaridad, sabemos que esto va a durar un tiempo bastante largo y no podemos seguir con la misma receta…
Sugiero en el mientras tanto, intercalar semanas de tareas en casa, y una semana de compartir otros roles dentro de la familia. No se puede hacer TODO dentro de un mismo espacio en las mismas horas, es imposible. Los docentes también necesitan ser padres y cumplir los roles familiares! Necesitamos una agenda distinta “un calendario” diferente.
Ya estamos todos complicados!, NO LA SIGAMOS COMPLICANDO MÁS!.

Atte:
Lic. Débora Nacuzi.
Psicopedagoga
M.P 183

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Segunda Carta

La Rioja, 20 de abril de 2020.
Debido a la repercusión, por cierto inesperada por mí, que tuvo la carta dirigida al ministro de educación de la provincia, y que como consecuencia de la lectura de la misma él solicitase una reunión conmigo esta mañana, la cual valoro y celebro, paso a comentarles a quienes me escribieron demostrando agradecimiento e interés por mis dichos, que el propósito de la misma, estuvo circunscripto a poder colaborar en la elaboración de propuestas que ayuden a atravesar los distintos obstáculos presentes en “la escolaridad de hoy”.
Quiero aclarar que Yo NO pertenezco a los equipos técnicos de ninguna de las direcciones de niveles, ni tampoco a los de sedes de supervisión de dicho ministerio, No conformo equipos de orientación y apoyo de ninguna institución educativa, en definitiva NO soy empleada del ministerio de educación de la provincia; por lo tanto mis aportes en esa reunión, fueron a modo de orientar sobre cuestiones específicas, que surgieron luego de poder recabar algunos datos aportados por los distintos actores involucrados en esta “realidad” que nos toca transitar (docentes de diferentes niveles y contextos, asesores pedagógicos, padres, estudiantes,etc).
Propuse entre otras cosas:
• Minimizar la cantidad de tareas enviadas a las familias, como así también los extensos informes que se piden a los equipos de gestión educativa.
• Que dichas tareas escolares se envíen con preguntas cortas y concisas (facilitaría la comprensión de quienes no son docentes). También a modo de secuencia didáctica, marcando en cada una de ellas el inicio, desarrollo y fin podría ayudar.
• Elaborar un plan pedagógico para cada institución educativa (contextos particulares), incluyendo el trabajo a realizar desde la inclusión educativa.
• Resituar los tiempos subjetivos de los estudiantes y armar una propuesta curricular AMPLIA, para que nadie quede afuera (una herramienta posible sería el DUA)
• Flexibilizar los roles (de supervisores a directivos, de directivos a docentes, de docentes a familia). Pienso que para sostener la “autoridad” no se necesita ahondar en “el distanciamiento” de ninguno de los actores involucrados; ahora debemos estar TODOS a la par!
• Reforzar el VÍNCULO entre enseñante y aprendiente solicitando a cada docente poder hacer al menos una minima devolución a sus estudiantes (el acto pedagógico no es neutral).

Por último, considero que es preciso remarcar la idea de que debemos trabajar con las presencias y no con las ausencias, es decir con lo que cada estudiante tiene.
Ya de por si estamos en una constante incertidumbre, hagamos de lo que tenemos un contexto que “contenga”, brindemos a nuestros hijos, también estudiantes un entorno que les dé cierta “seguridad”, así podremos también potenciar más aun sus capacidades.
Prioricemos y cuidemos nuestra esfera emocional, pues es el MOTOR que nos permitirá dar continuidad a todo cuando esto pase!
Saludos y gracias!
Lic. Débora Nacuzi.