Ciudadanos e instituciones debatieron reforma del Código Civil y Comercial de la Nación

Participaron el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, el vicegobernador Sergio Casas, el ministro de Gobierno, Felipe Álvarez, los diputados nacionales Javier Tineo y Griselda Herrera, la senadora Hilda Aguirre y demás legisladores nacionales. También se encontraban presentes el presidente del Superior Tribunal de Justicia, Emilio Pagotto y los vocales Claudio Ana y Luís Brizuela; diputados provinciales y funcionarios de los tres poderes del Estado.

Sobre los motivos de la reforma, Domínguez explicó que el tiempo transcurrido desde la sanción de esta norma, en el siglo XIX, hasta nuestros días “han significado un cambio de hábitos, de costumbres y formas de organización de la vida privada, de las relaciones humanas y de las relaciones comerciales”.

Domínguez opinó que, luego de siete intentos de reforma del Código Civil y Comercial, “hay un llamado latente a tener una nueva mirada de la arquitectura jurídica que rija las relaciones privadas en la Argentina”; y recordó que el anteproyecto de reforma de estas normas fue presentado como “un desafío de la generación del Bicentenario”.

En este marco, el legislador comentó que la Presidenta Cristina Fernández convocó a 111 técnicos y juristas que “hicieron un aporte técnico sobre lo que entendían que eran los institutos más modernos que interpretaban la vida de los argentinos, desde la perspectiva de quien opera el derecho”. Junto a esto, las Audiencias Públicas permiten que este análisis también cuente con la “mirada” de los ciudadanos, añadió.

La presente reforma tiene como objetivos “demoler las dificultades que tienen los ciudadanos de acceder a la Justicia. Estoy convencido de que pretendemos generar las condiciones para que haya una justicia para todos”; afirmó Domínguez.

Precisamente, la reforma punta a “constitucionalizar principios preambulares, desde 1853 en adelante, que vienen inspirando todo el ordenamiento jurídico. El primero de ellos es garantizar los beneficios de la libertad para nosotros y para la posteridad”, añadió.

Garantizar la libertad y la igualdad

Junto a la libertad, también “es necesario garantizar la igualdad; para que no haya una justicia para ricos y otra pobres”; sino que “haya una justicia que nos garantice que podamos demoler las dificultades de acceso”, subrayó.

Domínguez asumió como un “desafío” la posibilidad de “incorporar la voz de todos” los ciudadanos a este debate y explicó que las normas a ser reformadas tienen como objetivo “garantizar que en la Argentina haya igualdad de oportunidades, en libertad y que haya un Estado más justo”.

El legislador informó además que el debate de la reforma del código ya cuenta con unas 800 ponencias y aclaró que la Comisión parlamentaria “se debe dar todo el tiempo para escuchar a todos aquellos que tengan un interés legítimo, y bienvenidas las disidencias”.

“Por eso soy un fanático de que nos demos este tiempo; también creo que a esto, antes del 31 de diciembre tenemos que sacarlo”, señaló.

Domínguez se mostró “convencido” de que “los derechos no se regalan, sino que se conquistan” y consideró que “las normas deben instrumentos para que la gente viva mejor, y no para complicarles la vida”.