El Día D en Venezuela

La ayuda humanitaria y un posible acuerdo entre Estados Unidos y China son las peores amenazas para el régimen de Nicolás Maduro.

El mayor problema de Nicolás Maduro es que Estados Unidos lo quiere sacar del poder. Y su mayor ventaja es que Estados Unidos lo quiere sacar del poder.  ¿Cómo se explica semejante paradoja? Visualizando los dos escenarios en los que se libra esta disputa.

En el escenario interno, el poder del régimen está siendo desafiado por el contrapoder que logró crear Juan Guaidó. Ambos libran su pulseada con los codos apoyados en la estructura militar. Maduro tiene la ventaja porque el que encabeza es un régimen esencialmente militar y porque el alto mando es la parte más favorecida de la casta gobernante. Pero Guaidó ha movido sus fichas con astucia, creando la instancia que podría fracturar el monolítico frente militar: la ayuda humanitaria.

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Desde el “Día D” que implica el desembarco del primer convoy, éste sábado 23, la tensión podría provocar el quiebre del bloque castrense y la decantación de los militares en favor del contrapoder que lidera Guaidó. Sobre ese proceso gravitará también la disputa externa que convierte a Venezuela en el escenario de la “madre de todas las batallas”: Estados Unidos Vs. China en la disputa por el liderazgo hegemónico de la economía mundial.

Este es el punto en el que el mayor problema de Maduro (tener a Washington en contra) se convierte también en su principal capital: las potencias que quieren destronar a Estados Unidos se han posicionado en Venezuela gracias al naufragio económico causado por el régimen. Esas potencias que desafían la hegemonía norteamericana necesitan que el régimen siga en pie.

Para China, Rusia, Cuba, Irán y Turquía la ineptitud de Maduro y el carácter facineroso del régimen han resultado de gran utilidad, porque gracias a esos rasgos pudieron apoderarse de Venezuela.