Argentina estuvo muy cerca de la hazaña ante Estados Unidos

Cambió la cara y dejó una sensación de que en Londres otra puede ser la historia. La Generación Dorada disputó un nuevo amistoso preparatorio en Barcelona y se enfrentó nada menos que ante ese cúmulo de estrellas de la NBA que es el seleccionado de Estados Unidos. Y no le fue mal. Cayó apenas por 86-80, jugando de mayor a menor y demostrando ese fuego interior que tiene la mejor camada de jugadores de básquet de la historia argentina.

El equipo de Julio Lamas llegaba al partido en Barcelona con dos derrotas seguidas y una de ellas por un amplio margen contra España, uno de los equipos más duros. Además, con mucho por mejorar en una preparación para Londres, que no estaba dando los mejores frutos. Todo eso hacía suponer que enfrentar a los mejores de la NBA no iba a ayudar para cambiar la cara. Pero no fue así.

Estados Unidos comenzó con todo. Los primeros dos intentos fueron dos triples convertidos por Kevin Durant y Kobe Bryant para sacar una pequeña y rápida ventaja. Llegaron dos más y Argentina llegó a perder por 16-1 en ese arranque. Pero la reacción iba a llegar.

Luis Scola se cargó el equipo al hombro y con 6 puntos iba a terminar siendo el mejor argentino en ese primer cuarto, emparejando el trámite, no así el resultado. Estados Unidos se fue al primer descanso con un marcador de 31-16, producto de siete triples en 13 intentos.

En el segundo llegaría la remontada y quizás lo mejor de Argentina en el partido. El ingreso de un fresco Facundo Campazzo le movió todos los papeles al nuevo Dream Team y con un parcial de 10-0, el equipo de Lamas se puso nuevamente en carrera.

Argentina comenzó a pasarse más la pelota y como se encontró con un Estados Unidos que bajó en su efectividad, supo aprovechar las oportunidades para descontar. Al descanso se fue con apenas ocho puntos abajo en el marcador: 47-40 para los norteamericanos.

El arranque del tercero iba a ser nuevamente letal para Argentina. Su rival otra vez encontraría el tiro desde afuera y cuando Durant y compañía se encienden, poco se puede hacer ante esos fenómenos del básquetbol de la NBA. Estados Unidos llegó a sacar una ventaja de 20 puntos.

Pero una nueva racha sobre el final del parcial, producto del buen trabajo defensivo, iba a poner a los de Lamas a tiro de su rival. Sin Manu y Scola en el banco por exceso de faltas, el resto del equipo puso la cara y dejó el marcador en 72-61. La historia no estaba cerrada.

En los últimos diez minutos, Argentina no mermó y si estaba a tiro en el final del tercero, mucho más cerca iba a estar en el cuarto. El buen trabajo de equipo, la garra de Scola, el atrevimiento de Manu y la mano de Delfino mantuvieron la ilusión de una hazaña hasta el final. No pudo ser. Pero la imagen terminó siendo más que positiva. Habrá revancha en Londres.