Coronavirus en Perú: hospitales desbordados y barrios populares con rápido contagio

Con cerca de 120 mil casos de coronavirus, más de tres mil muertos, hospitales desbordados, el gobierno peruano extendió hasta el 30 de junio la cuarentena iniciada el 16 de marzo y que debía culminar este domingo. Con esta medida serán quince semanas, 107 días exactamente, de confinamiento obligatorio. Un tiempo mayor que la cuarentena de Wuhan, la provincia china donde estalló la pandemia. Pero esta ampliación llega con una apertura paulatina de las actividades económicas. El toque de queda nocturno se mantiene, pero se reduce en una hora. A partir del lunes rige desde las nueve de la noche.
Los contagios aumentan con más rapidez en los barrios populares. Lima, que tiene el 30 por ciento de la población del país, concentra aproximadamente el 60 por ciento de casos. Según el reporte oficial, de las 119.959 personas contagiadas, 3.456 han muerto, 7.779 están hospitalizadas y 920 en cuidados intensivos conectadas a un respirador. Esto ha puesto al borde del colapso un sistema de salud descuidado por distintos gobiernos y por un modelo neoliberal de espaldas a los servicios públicos.

El presidente Martín Vizcarra ha justificado la ampliación de la ya larga cuarentena señalando que era una medida necesaria para evitar que los contagios se multipliquen a un ritmo mayor si ésta era levantada y así ganar tiempo para mejorar la débil capacidad de respuesta del sistema de salud, que calificó como “precario”. Señaló que la meta del gobierno para el final de junio, cuando termine esta nueva ampliación del confinamiento obligatorio, es haber duplicado la capacidad hospitalaria, que es de diez mil camas, y el número de respiradores para atender a los enfermos graves, que al inicio de la cuarentena en marzo eran apenas poco más de 200 y ahora son mil, lo que deja menos de cien disponibles, aunque esa cifra nacional oculta que en varias regiones ya no hay respiradores libres y los enfermos mueren esperando uno.

“Con esto hemos aprendido que temas tan importantes como la salud y la educación han estado descuidados desde hace mucho tiempo. Eso tiene que cambiar”, ha reconocido Vizcarra. Un descuido que ahora se paga caro.

En los pasillos de hospitales desbordados enfermos que buscan desesperadamente atención mueren en esa espera. Más de 600 contagiados con covid – 19 han fallecido en sus casas, sin ser atendidos en un centro de salud. En las puertas de los hospitales se repiten las imágenes del personal de salud protestando por la falta de equipos de protección para atender a sus pacientes. Hay quejas de equipos defectuosos que han sido entregados y denuncias de corrupción en las compras realizadas.

Este domingo se reportaron oficialmente 4.205 nuevos contagios y 83 muertes, menos que las 129 del día anterior. El gobierno asegura que ya se ha llegado al pico y ahora la curva está -como promedio nacional, pero con diferencias regionales- en una meseta con un lento descenso. Hay un debate sobre esto.

“De acuerdo a lo dispuesto por el Ministerio de Salud, en el Perú se están registrando como positivos no solamente los casos sintomáticos, de enfermos, sino también los asintomático que han desarrollado anticuerpos pero no tienen la enfermedad. Esto sube las cifras. Ambos datos deberían analizarse por separado. Los casos nuevos que se informan cada día no son contagios del día, sino registrados en el día que se hace el reporte, pero la enfermedad ha sido contraída anteriormente. Eso distorsiona el análisis. Si ordenamos los datos por las fechas de inicio de la enfermedad y vemos los casos de los enfermos, la curva epidemiológica está en una fase de descenso. Pero sigue una alta demanda en los hospitales, que en muchos casos están colapsados”, le declaró a PáginaI12 el epidemiólogo Luis Suárez, coordinador de investigación y salud pública de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas y ex director del Centro Nacional de Epidemiología y Control de Enfermedades.

“Hay heterogeneidad -precisa el doctor Suárez- en el momento epidemiológico que está viviendo cada región del país. La curva de casos ya está bajando en zonas que han sido muy afectadas, pero ha comenzado a subir en otras. Por eso no estoy de acuerdo con una misma medida para todo el país, creo que la mejor opción sería poner cuarentenas focalizadas según el desarrollo de la enfermedad en cada zona”.

Con una informalidad del 70 por ciento de la economía, empleos precarios y sin derechos laborales, muchos que viven del día a día, buena parte de la población se ha quedado sin ingreso. La ayuda económica del gobierno para los más vulnerables no solo no termina de repartirse, sino que el monto equivalente a 220 dólares dado para un mes de cuarentena se mantiene congelado para los ahora más de tres meses de confinamiento.