Hernán Lacunza, el nuevo Ministro de Hacienda.

A menos de un semestre de terminar la gestión del actual gobierno y a casi dos meses de las elecciones, Macri cambia de Ministro.

Tras jurar como flamante ministro de Hacienda en la Casa Rosada, Hernán Lacunza cruzó la calle Yrigoyen y habló con la prensa. Fue su primer mensaje tras la asunción formal. Y aunque se había especulado durante toda la jornada de ayer con posibles medidas, el motivo de la convocatoria fue claro: transmitir tranquilidad de que el objetivo primordial será la estabilidad cambiaria y la contención de todos los daños colaterales que provocan los movimientos bruscos de los mercados. Principalmente la aceleración de la inflación y su impacto en los salarios y en los índices de pobreza.

 Como el mercado presta más atención al futuro que al presente, tan importante, o a veces más de lo que pueda hacer el Gobierno, es lo que pueda decir la oposición. Macri ha sido claro. Es Presidente antes que candidato (Lacunza)

Lacunza comenzó su exposición con un lapsus, que descomprimió la tensión propia de una primera aparición como ministro en el actual contexto  de inestabilidad e incertidumbre económica. «Al honrarme como el cargo de Presidente», dijo,  para rápidamente, risa mediante, corregirse: «Al honrarme como ministro de Hacienda, el Presidente me dio el mandato central de garantizar la estabilidad cambiaria».

Según remarcó, «todo lo que pasa en los mercados termina afectando al ciudadano de pie», por lo que «estabilizar el tipo cambio es lo mejor que este equipo puede hacer para beneficiar a las familias». Lacunza sostuvo que el tipo de cambio «está largamente por encima de su valor de equilibrio», que «no hace falta un tipo de cambio más alto» y que «se utilizarán todas las herramientas disponibles para que el dólar no abandone el rango de precios de la semana pasada»