Repudio en Brasil a un desfile de chicos para adoptar

Un shopping de Cuiabá, en Brasil, fue escenario de una iniciativa que concitó amplias expresiones de repudio: chicos huérfanos de entre 4 y 17 años desfilaron ante un público que podía elegir por adoptar allí mismo. El particular evento fue organizado por la Asociación Matogrossense de Investigación y Apoyo a la Adopción, junto con la Comisión de Infancia y Juventud de la Orden de los Abogados de Brasil, Seccional Mato Grosso, y se desarrolló en el Pantanal Shopping.

Para peor: fue la segunda vez que se hizo algo así en el lugar. El repudio se dio con alusiones a los siglos de esclavitud que sufrieron cientos de miles de personas en Brasil. “Lo que parece este desfile es una antigua feria de esclavos, donde los señores veían los dientes de los africanos para negociar el precio”, afirmó el abogado Eduardo Mahlon. A su vez, Guillermo Boulos, candidato presidencial en las últimas elecciones, dijo que el desfile fue de una “perversidad increíble” y que puede tener “efectos devastadores” en los menores.

Sin embargo, no faltó quien apoyara el desfile. “Es una noche para que las personas que están aptas para adoptar puedan conocer a los niños”, expresó Tatiane de Barros Ramalho, presidente de la Comisión de Infancia y Juventud que organizó el desfile. “La población en general puede tener más información sobre la adopción y los niños tienen un día diferente, en que arreglan el pelo, la ropa y el maquillaje para el desfile”, añadió.

A su vez, el Pantanal Shopping se manifestó “honrado en recibir el proyecto que incentiva la adopción en Brasil”, según declaró Ticiana Pessoa, su gerenta de marketing.

Mientras, los comentarios en contra arreciaron en Twitter. «¡Los niños no son perros en una tienda de mascotas ni prendas en una percha! ¿Pensaron en la frustración de quien no es elegido? ¡Es un mal irreparable! ¿Quién defecó esa idea? Ya me imagino esta escena, con los pretendientes a la adopción con una plaquita, como si fuera un remate», escribió un usuario de la red social.

​»Es tan asqueroso que duele, ¿cómo pueden exponer así a seres humanos? Al ver quienes apoyan esto, me quedo perpleja. Pensé que era una feria de horrores, pero no, tiene apoyo oficial. ¡Verguenza!», fue otro comentario que pudo leerse.