Pekín exige a EEUU que saque sus naves del mar del Sur de China

La Armada de China advierte a los destructores estadounidenses que se alejen de las islas del mar de China Meridional, cuya soberanía reclama.

Dos destructores de misiles guiados de la Marina de Estados Unidos, el Preble y Chung Hoon, han navegado hoy lunes a menos de 12 millas náuticas de los arrecifes de Gaven y Johnson, en las islas Spratly, un acto que ha provocado una rápida reacción de Pekín.

El Gobierno chino ha llamado a los estadounidenses a detener esos “actos provocativos” y les ha pedido que abandonen la zona.

“La parte china expresa su fuerte descontento y firme oposición” a la medida, ha dicho el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Geng Shuang, en una conferencia de prensa.

China pide a EEUU cesar envío de buques cerca de sus islas | HISPANTV

China pide a EEUU cesar envío de buques cerca de sus islas | HISPANTVChina ha pedido a Estados Unidos que se abstenga de enviar buques y aviones militares cerca de sus islas en el mar de la China Meridional.

Entre tanto, un portavoz de la Séptima Flota de EE.UU., el comandante Clay Doss, ha calificado el despliegue de “paso inocente”, pero insiste en que su objetivo es “desafiar las excesivas reclamaciones marítimas y preservar el acceso a las vías navegables regidas por el derecho internacional”.

El mar de China Meridional, también conocido como mar del Sur de China, es una extensión muy disputada del océano Pacífico, y China reclama casi el 90 %.

Parte de este mar, que contiene vastas reservas de petróleo y gas, es reclamado por Taiwán, Brunéi, Vietnam, Malasia y la República de las Filipinas. China considera que tiene derechos soberanos sobre las islas Paracelso (Xisha, en chino) y siete islas artificiales del archipiélago Spratly (Nansha, en chino).

Esta región es constante escenario de tensiones entre el gigante asiático y EE.UU. De hecho, Washington ha enviado varias veces aviones y buques de guerra a las proximidades de los islotes controlados por Pekín so pretexto de defender “la libertad de navegación”.

Pekín, no obstante, rechaza tal excusa y considera la presencia militar estadounidense en la zona una “provocación”. Además, acusa a Washington de violar su soberanía y de pretender controlar las aguas de la región.

Esta nueva incursión de EE.UU. se produce el mismo día en que se rumorea que Pekín ha cancelado los diálogos comerciales con EE.UU. debido a las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles a los productos chinos.

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